Me dio por pensar si no había algo satánico en la pregunta: una vaca, su mansedumbre. ¿Por qué eligió ese animal y no un macho cabrío, con el que su rostro guardaba gran parecido? Hurgué en mi memoria e intenté aflorar cuantos datos detallé en los archivos. Esas confesiones a las que sólo podían acceder mis superiores como intermediarios entre yo y Dios...
Domingo Damián Ojeda
saludos...ya me tienes como vecino en esta blogosfera...
ResponderEliminarun saludo.
Hola!!! Domingo.....me pregunto s será tarde para mi casting...besos Mariana
ResponderEliminar